
En CoderDojo se facilita que los ninjas aprendan muchos lenguajes de programación. Cuando son más pequeños, 7 u 8 años, se atreven con Scratch y aprenden técnicas de movimiento de las imágenes utilizando botones que además les facilita aprender conceptos abstractos de matemáticas como el uso del plano y de las coordenadas.
Cuando saltan a aprender AppInventor las posibilidades de movimiento se amplían notablemente especialmente porque los desarrollos se hacen en dispositivos móviles que, además de los botones, que no teclas, permiten utilizar toda la pantalla y el movimiento y los giros del dispositivo con los sensores que incorpora. Y hay que aprovechar todos esos controles para aplicarlos en los los sprites que ofrece AppInventor.
Ese ha sido uno de los retos de la sesión de CoderDojo con uno de los ninjas que, con amplios conocimientos de Scratch, se ha lanzado a replicar uno de los juegos realizados en ese lenguaje a AppInventor. Y ahí es donde surge la chispa creativa que anima a los ninjas a mejorar y aprender.
Y es que ese es uno de los momentos fantásticos de CoderDojo, cuando los ninjas construyen una historia y la convierten en un juego divertido y atractivo utilizando el lenguaje de programación.
Uno de los ninjas ya lo sabe hacer y le sale muy fluido, una de sus últimas aplicaciones/juegos aprovecha y utiliza muy bien la gravedad y además le funciona estupendamente. Es capaz de construir juegos muy divertidos aunque aún tiene que trabajar con la usabilidad porque elige botones y controles que reducen los atractivos de sus juegos. Sin embargo su capacidad para seguir construyendo y desafiarse a sí mismo le permiten alcanzar excelentes resultados motivándole a él y al resto de ninjas que aprecian su trabajo.
Cuando me marché de CoderDojo aún se quedaron los dos ninjas comentando y analizando las posibilidades que ofrecían sus juegos y estoy deseando verles en próximas sesiones progresando y definiendo nuevas historias.
En la sesión también trabajó una de las niñas ninjas habituales y verla trabajar es una gozada porque el colorido y la animación que imprime en sus aplicaciones es fantástico y es un ejemplo de cómo construir historias atractivas y jugables.
¡Hasta la semana que viene!
Imagen | Yannig Van de Wouwer